La utilización correcta de las luces antinieblas no está del todo interiorizada entre los conductores. Y la DGT es consciente de ello. Ante la duda de si es niebla densa o muy densa es mejor es pecar de precavidos y encender las luces pertinentes. Pero para poder hacer un uso más correcto de este dispositivo, hay que tener claro los escenarios que contempla la ley.
La niebla es una de las situaciones climatológicas más peligrosas para conducir ya que compromete el sentido más importante para conducir. La visibilidad a través de bancos de niebla es muy peligrosa, por eso las luces antiniebla juegan un papel tan importante.
4¿Cuándo dice el Reglamento General de Circulación que se deben utilizar?
Según se establece en el artículo 106 del Reglamento de Circulación “La luz antiniebla trasera sólo deberá llevarse encendida cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean muy desfavorables”. Este artículo también específica a qué se refiere cuando habla de situaciones muy desfavorables.
La principal situación en la que hay que activar estos dispositivos luminosos es cuando se circula a través de una niebla muy espesa. Se considera niebla muy espesa cuando el conducto no puede ver más de 10 o 20 metros por delante. Pero este no es su único uso. También se deben usar cuando hay una lluvia muy intensa, que no permite ver más allá de la distancia antes mencionada, o cuando hay una nevada muy intensa. Atravesar una nube de polvo también puede ser motivo para encender los antinieblas traseros, pero solo cuando la reducción de la visibilidad sea extrema.