Casi 4.000.000 de multas por exceso de velocidad, es la cifra que la DGT emitió el año pasado, según consta en el informe elaborado por AEA.
Sin embargo, recientemente, se ha descubierto un posible error de homologación, lo cual supone un incumplimiento de la ley por parte de la DGT, y una posibilidad para reclamar las multas impuestas.
4El Juzgado de lo Contencioso de Madrid falló a favor de un conductor
El afectado recibió la ayuda directa de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), un organismo que se encarga de luchar en los tribunales las multas que ellos mismos consideran ilegales y que han sido impuestas a sus clientes. En este caso, se recurrió la sanción poniendo de pretexto que el soporte sobre el que se apoyaba el radar veloláser no estaba debidamente homologado y que era probable que la medición de la velocidad no fuera exacta.
Tras la reclamación, finalmente, el Juzgado consideró que la DGT no había garantizado la aptitud del soporte utilizado. La Unión Europea decretó que los radares debían situarse al menos a 1,30 metros de medianas, barreras y quitamiedos de las carreteras. Como no fue así, la DGT tuvo que devolver al conductor los 300 euros que había pagado previamente por la multa.
Los radares móviles Velolaser los emplean tanto Tráfico como las policías locales para controlar los excesos de velocidad. Son unos radares portátiles que, gracias a su reducido tamaño (unos 50 cm), se pueden colocar en trípodes o, incluso, en señalización vertical o guardarraíles. Aunque también pueden portarse en los coches o motos de los agentes.
Además de ser casi indetectables, estos nuevos radares móviles también son muy efectivos: pueden llegar a detectar infracciones hasta a 50 metros, y miden velocidades de entre 30 km/h y 250 km/h.
Y la cosa no acaba aquí porque los radares Velolaser son muy sencillos de utilizar, y se pueden incluso manejar a distancia porque son inalámbricos; se pueden controlar desde cualquier dispositivo móvil con conexión wifi o 3G/4G.
Entre el resto de cualidades de los radares Velolaser destaca que son capaces de medir la velocidad hasta en tres carriles, en ambos sentidos de la circulación e identificar el carril por el que circulaba el vehículo que cometió la infracción. Así mismo, distinguen vehículos pesados y ligeros; es decir, que pueden ajustarse los límites de velocidad para cada carril y tipo de vehículo. Incluso pueden funcionar tanto de día como de noche.
Como son radares móviles se pueden colocar en cualquier tipo de vía, aunque este tipo de radares se suelen situar en carreteras secundarias y zonas urbanas.