Moverse en vehículo en el extranjero resulta una muy buena opción para ir de un lugar a otro por Europa. Territorios nacionales pequeños, distancias cortas, buenas comunicaciones… pero ojo, hay que tener cuidado con las normas de cada país para que no nos sorprendan con multas de lo más variopintas. Quizá, de hecho, haya cosas que crees que puedes hacer… pero estén terminantemente prohibidas fuera de España.
Algunos conductores creen que si les ponen multas fuera de España, nunca las recibirán. Se equivocan. Si nos remontamos al año 2015 hay un acuerdo de intercambio de información sobre multas de tráfico entre países, por lo que las «recetas», en principio, llegan igualmente… o al menos en la pura teoría.
3Pagar o recurrir. Ese es el gran dilema
Una vez que recibamos la sanción en nuestro domicilio, ya no habrá vuelta de hoja que valga. Tendremos exactamente las mismas opciones que si nos la hubieran impuesto directamente en España: pagar o recurrir.
Quienes decidan recurrir, tendrán que conocer en profundidad la legislación del país extranjero donde se ha puesto la sanción. Esto es más que necesario. Por eso, lo mejor es contar con el asesoramiento de abogados especializados, como es el caso del Departamento Jurídico de Pyramid Consulting o de empresas similares que te podrán ayudar en lo que necesites.