Desde el 22 de enero, una nueva normativa a nivel nacional impone la obligatoriedad de contar con certificación para todos los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) vendidos en España.
Este cambio establece un plazo de tres años, hasta el 22 de enero de 2027, para que los cerca de cinco millones de VMP existentes en el parque móvil se ajusten a esta exigencia.