Pasar la ITV es una experiencia obligada para todos aquellos vehículos que tengan más de cuatro años de antigüedad. Se trata, a fin de cuentas, de un examen que garantiza que tu coche tiene buenas capacidades para circular correctamente, valorándose en esta inspección que no cuente con fallos en la dirección, suspensión, frenos o que sus sistemas de seguridad a bordo sean óptimos.
Este examen, tan temido por los conductores, comprueba el estado de los distintos elementos del coche que pueden afectar a la seguridad o la contaminación ambiental. Y es que también se realizan pruebas por emisión de gases o de ruidos, algo de lo que los vehículos eléctricos quedan exentos. Pero aún así son muchas las trampas en las que se puede caer y que te impedirán superar la ITV… incluso cuando pienses que ya la has superado.
280 euros de multa por no poner la pegatina
¿Cómo es posible que un simple detalle te pueda costar tan caro? Pues así es. La ley no contempla excepción alguna a la colorida pegatina, que debe estar debidamente colocada en el parabrisas del coche, y tampoco puede sustituirse por otro indicativo similar. Debe usarse la original. Si esto no se cumple, la Dirección General de Tráfico te puede sancionar con una multa de hasta 80 euros. ¿Te la vas a jugar en un asunto tan menor?