Hace unos días, hasta siete radares españoles aparecieron destrozados y la DGT todavía sigue buscando a sus autores. Lo que sí ha hecho oficial Tráfico es la cuantía que tendrán que pagar, tanto por la multa en sí como por la reparación de los daños causados. Además, se podrían enfrentar a varios años de cárcel.
En total, los gastos por vandalizar estos siete radares ascienden a casi medio millón de euros. El motivo es que son sistemas muy avanzados y que cuentan con la última tecnología. Para entenderlo, la DGT explica en su página web cómo funcionan, por ejemplo, los radares de tramo. Son sistemas de cámaras que graban de manera continua y miden la velocidad media en un tramo determinado.
Esto implica la existencia de un sistema de reconocimiento de caracteres con un primer equipo al inicio del tramo equipado con una iluminación por láser-leds no visibles para el ojo humano. Al final del tramo, se ubica una segunda cámara idéntica que vuelve a reconocer las matrículas. Si el sistema detecta que se ha rebasado el límite de velocidad, se tramita la denuncia.
3Multas por destrozar otros elementos de la vía
Todos los elementos que se instalan en la vía tienen como fin último la seguridad de todos los que transitan por ella. Por eso, la multa por destrozar cualquiera de ellos contempla tanto la sanción por el acto vandálico en sí como la reparación de los daños.
Por ejemplo, romper una farola puede costarnos por unos 1.200 euros, un semáforo alrededor de 1.500 si funcionan con lámparas y hasta 4.000 euros en los que tienen tecnología LED. Y una de las más caras: romper un panel de señalización variable puede ascender hasta los 43.000 euros, aunque depende del tipo.
El daño es el mismo si la acción se realiza de forma intencionada o por un accidente. Sin embargo, en este último caso será el seguro a terceros quien se haga cargo de la reparación.