La lluvia es el fenómeno meteorológico que más afecta a la conducción. Según las estadísticas, cuando llueve se incrementan hasta en un 70% los accidentes, debido a que hay menos visibilidad y a que, con la calzada mojada, disminuye la adherencia del coche, sobre todo con las primeras gotas, que se mezclan con el polvo y convierten el asfalto en una superficie muy resbaladiza.
La lluvia puede complicarnos, y mucho, cualquier trayecto y nos obliga a estar más atentos a la conducción. Pero, además, debemos tener en cuenta una serie de precauciones para que nuestras acciones al volante no nos lleven a cometer alguna imprudencia que acabe en una denuncia por parte de los agentes. ¿Sabes cuáles son las multas que te pueden poner cuando llueve?
5Otras multas no tan conocidas
La Ley de tráfico especifica que «el usuario de la vía está obligado a comportarse de forma que no entorpezca indebidamente la circulación, ni cause peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas o daños a los bienes o al medioambiente». Y añade que «el conductor debe utilizar el vehículo con la diligencia, precaución y atención necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto a sí mismo como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de usuarios de la vía, especialmente a aquellos cuyas características les hagan más vulnerables».
A este se añade que el Reglamento de Circulación incluye que «se circulará a velocidad moderada y, si fuera preciso, se detendrá el vehículo cuando las circunstancias lo exijan, especialmente al circular por pavimento deslizante o cuando pueda salpicarse o proyectarse agua, gravilla u otras materias a los demás usuarios de la vía». En principio, se considera una infracción leve, que supondría unos 100 euros de multa, aunque puede llegar incluso a los 500 euros.