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El método infalible para recurrir una multa en la ZBE de Madrid tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia

Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se han convertido en uno de los principales instrumentos para reducir la contaminación urbana en las grandes ciudades, y Madrid no ha sido la excepción. Desde la implementación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible en 2021, las ZBE en la capital española han regulado el acceso a determinadas áreas de la ciudad, restringiendo la circulación de vehículos que no cuentan con la etiqueta ambiental correspondiente.

Sin embargo, una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha dado un giro inesperado a esta regulación, anulando varios preceptos clave de dicha ordenanza. Esta decisión ha abierto una ventana de oportunidad para que conductores multados puedan recurrir a sus sanciones, y la Asesoría Jurídica del Club Europeo de Automovilistas (CEA) ya ha comenzado a actuar en consecuencia. Pero, ¿cómo funciona exactamente este proceso y cómo se puede recurrir una multa en la ZBE de Madrid tras esta sentencia? Vamos a desglosarlo.

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¿Qué son las ZBE?

Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son áreas delimitadas dentro de las ciudades donde se restringe el acceso de vehículos que no cumplen con ciertos requisitos de emisiones contaminantes. En Madrid, estas zonas incluyen no solo el centro de la ciudad, sino también áreas de protección especial como “Distrito Centro” y “Plaza Elíptica”. Los vehículos sin etiqueta ambiental, generalmente los más antiguos y contaminantes, no pueden acceder a estas áreas sin recibir una sanción. Las cámaras de vigilancia colocadas en los accesos de estas zonas se encargan de detectar a los vehículos que infringen la normativa y generan automáticamente las multas correspondientes.

El objetivo principal de las ZBE es reducir los niveles de contaminación atmosférica, mejorando así la calidad del aire y, en última instancia, la salud pública. No obstante, la normativa no ha estado exenta de críticas, especialmente por su impacto en ciertos colectivos, como los pequeños empresarios y las personas con menos recursos, que no pueden permitirse renovar su vehículo para cumplir con las nuevas exigencias.

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