El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), comúnmente conocido como Impuesto de Circulación, es una carga fiscal obligatoria aplicada a todos los vehículos motorizados en territorio español, permitiendo su circulación por las vías públicas. Aunque familiar para muchos, su funcionamiento y variabilidad según el municipio pueden ser aspectos menos conocidos para algunos contribuyentes.
La mayoría de los propietarios españoles optan por domiciliar este impuesto, permitiendo su pago automático sin intervención manual. Sin embargo, algunos prefieren abonarlo físicamente en instituciones bancarias. Independientemente del método de pago, su obligatoriedad es innegable, aunque su costo puede fluctuar considerablemente según la localidad.
1Características del Impuesto de Circulación
- Obligatoriedad y Excepciones: A pesar de algunas excepciones, como los vehículos oficiales o de servicios sanitarios, todos los vehículos registrados deben cumplir con este impuesto. En caso de poseer múltiples vehículos, como motocicletas y automóviles, cada uno debe ser abonado por separado.
- Localización y Valoración: El pago se realiza en el municipio donde el vehículo esté registrado fiscalmente al 1 de enero del año en curso. El importe varía según los caballos fiscales (CVF) del vehículo y debe coincidir con el municipio donde el propietario esté empadronado.
- Costos Variables: El costo del impuesto varía según el municipio, con cada ayuntamiento estableciendo sus propias regulaciones y excepciones. La antigüedad y las emisiones del vehículo también pueden influir en el monto final.