Los 60 en Estados Unidos eran tiempos de rebelarse contra todo. El país vivía una revolución juvenil que, de forma paradójica, nació al mismo tiempo que el surgimiento de los «muscle cars», un nuevo concepto de coche que también llegó para romper las reglas. Eran de apariencia robusta y agresiva, no aptos para «finolis» ni adultos «carcas».
Con un diseño llamativo, normalmente estaban impulsados por motores tanto V8 como V6 con tracción trasera. Pese a su gran auge, encontraron su declive en la crisis del petróleo de los 70 y hoy, muchos de ellos, son una pieza de colección que recuerdan a una época reflejada en muchas películas de adolescentes y rebeldes sin causa. Eso sí, de todos ellos, hay un reducido elenco que pasará a la historia como lo mejor de lo mejor.
3Top ‘muscle-car’: Ford Mustang, 1964
No exageramos si decimos que este es el coche americano por antonomasia. No si el aludido es el Ford Mustang. Su segunda generación salió algo «rana», es cierto, pero no pudo borrar el excelente legado del Mustang del 64 que ha quedado para la posteridad. Con un precio de salida increíblemente atractivo, su motor al final no era nada del otro mundo (6 cilindros en línea y 101 CV) pero sentó las bases de una leyenda que sigue galopando con mucha fuerza.