El mantenimiento adecuado de los neumáticos es uno de los aspectos más críticos para garantizar la seguridad de un vehículo en la carretera. Son el único punto de contacto entre el coche y la superficie de la carretera, lo que los convierte en un componente vital para la estabilidad, el control y la capacidad de frenado del vehículo.
Sin embargo, surge una pregunta común entre los conductores al momento de reemplazarlos: ¿deberían colocarse los nuevos en el eje delantero o en el trasero? Esta decisión puede parecer trivial, pero tiene implicaciones significativas en la seguridad y el rendimiento del vehículo.
3Equilibrio en el desgaste
Colocar los nuevos en el eje trasero también ayuda a equilibrar el desgaste entre los dos ejes. Los neumáticos delanteros suelen desgastarse más rápido debido a la dirección y, en vehículos de tracción delantera, a la tracción adicional que soportan. Al rotarlos regularmente y colocar los nuevos en la parte trasera, se asegura una vida útil más uniforme.
El aquaplaning, o hidroplaneo, es un fenómeno peligroso que ocurre cuando una capa de agua se interpone entre el neumático y la carretera, causando una pérdida de tracción. Los traseros con un buen dibujo son cruciales para prevenir el aquaplaning, ya que ayudan a mantener el control del vehículo en condiciones de lluvia intensa.