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La prueba de fuego para unos neumáticos ‘all season’: 12 meses exprimiendolos al máximo

Los neumáticos, ese componente vital pero a menudo pasado por alto de nuestros vehículos, juegan un papel crucial en nuestra seguridad, comodidad y eficiencia en la carretera. Son el único punto de contacto entre nuestro vehículo y el pavimento, por lo que su calidad y adecuación a nuestras necesidades son fundamentales.

En el mercado actual, existe una amplia gama de opciones, diseñados para satisfacer las demandas específicas de diferentes tipos de conductores y condiciones de conducción. Desde neumáticos de verano que ofrecen un excelente rendimiento en condiciones secas y calientes, hasta de invierno diseñados para proporcionar tracción en nieve y hielo, las opciones son variadas y específicas.

Además, los avances tecnológicos han llevado a la introducción de neumáticos para todo tiempo o conocidos como «all season», de alto rendimiento para entusiastas de la conducción, y ecológicos que priorizan la eficiencia de combustible y la durabilidad.

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Inconvenientes frente a la temperatura

Al tener un compuesto más blando, su degradación es más rápida bajo temperaturas muy elevadas. Es decir, que si vives en una zona muy calurosa la mayor parte del año, no es la mejor opción comprar este tipo de neumáticos.

Igualmente, aunque son capaces de dar buen rendimiento en situaciones de hielo y nieve, para personas que circulen la mayor parte del tiempo con este tipo de condiciones es mejor un neumático de invierno puro, que ofrece aún mayor adherencia y su degradación en temperaturas extremadamente frías será más lenta.