En el mundo de la automoción, la seguridad es una prioridad incuestionable. En este contexto, los neumáticos juegan un papel fundamental, conformando junto a los frenos y las suspensiones lo que se conoce como el «triángulo de la seguridad». Este término se refiere a los componentes esenciales que pueden prevenir accidentes de tráfico y, en consecuencia, salvar vidas o evitar lesiones graves.
Los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y la carretera. Por ello, es imperativo que se mantengan en perfecto estado. Para asegurar su buen funcionamiento, es necesario verificar periódicamente tanto la presión como el estado visual. No se debe dudar en reemplazarlos si su condición pone en riesgo la seguridad. Ignorar este mantenimiento puede tener consecuencias desastrosas.
2Teniendo en cuenta la tracción del vehículo
Las empresas fabricantes aconsejan realizar los cambios en pares (cuatro o dos neumáticos) y aseguran que las cubiertas de cada eje sean idénticas en marca, dimensiones e índices de velocidad y carga. En vehículos de tracción integral o total permanente, se recomienda cambiar los cuatro simultáneamente.
Si los expertos permiten cambiar solo dos, surge la pregunta de en qué eje deben montarse. Aunque los neumáticos delanteros suelen desgastarse más, es en el eje trasero donde deben instalarse las cubiertas nuevas. Esto se debe a que el eje posterior soporta menos peso y es menos efectivo en adherencia. Montar los neumáticos nuevos en el tren trasero ayuda a combatir el aquaplaning, controlar el sobreviraje y reduce la probabilidad de reventón, lo cual es crucial para la seguridad.
