El invierno ya se hace sentir, con las primeras nevadas apareciendo en lugares como Sierra Nevada y el Pirineo. Este cambio de estación nos recuerda la importancia de preparar nuestros vehículos para las condiciones climáticas adversas, revisando aspectos como el sistema de calefacción, el nivel de líquidos, las baterías y, por supuesto, los neumáticos.
En zonas donde las temperaturas caen por debajo de los siete grados, los neumáticos de invierno son una opción inteligente (y económica en Amazon). Aunque no son obligatorios en España, como sí ocurre en muchos países europeos, su uso puede ser decisivo para mejorar la seguridad en carreteras mojadas o nevadas. Sin embargo, un error común al utilizarlos podría estar poniendo en riesgo a los conductores.
2El error más común: no revisar la presión
Uno de los fallos más habituales al montar neumáticos de invierno es olvidarse de comprobar su presión. Muchas personas guardan estas gomas al terminar la temporada fría, ya que suelen mostrar poco desgaste tras solo unos meses de uso. Sin embargo, durante el tiempo de almacenamiento, los neumáticos pueden perder aire y deshincharse.
Colocar neumáticos con una presión inadecuada puede provocar pinchazos, un desgaste irregular o incluso afectar a la estabilidad del vehículo. Es importante recordar que, además de la pérdida natural de aire, las bajas temperaturas también reducen la presión de los neumáticos, por lo que es vital realizar esta comprobación antes de ponerlos en marcha.