Con la llegada del invierno muchos conductores, especialmente los que viven en climas muy fríos donde las heladas y la nieve son una constante, apuestan por montar neumáticos de invierno en sus vehículos. Este tipo de ruedas está especialmente diseñada para soportar las situaciones de frío más extremas, y garantizar cierto margen de seguridad en carreteras húmedas, nevadas y heladas. Algo que no te pueden garantizar los neumáticos tradicionales.
Estas ruedas se diferencian del resto, principalmente, en la banda de rodadura, pero también tienen otras características que las hacen ideales para esta época del año. Te contamos todo acerca de estos neumáticos tan poco conocidos en nuestro país, y tan necesarios en otros lugares.
5Son más seguros
Estos neumáticos no solo están pensados para su uso en nieve. También son una buena garantía de seguridad en zonas donde llueve mucho. Gracias a su diseño tienen mayor adherencia y reducen la posibilidad de sufrir aquaplaning y perder el control del coche. Además mejorar las distancia de frenado en condiciones de lluvia, nieve o hielo.
Estos neumáticos son perfectos para la época invernal, pero en verano tendrás que cambiarlos para evitar que sufran un desgaste innecesario. Piensa que estos neumáticos están creados para circular a bajas temperaturas, si los usas en verano su banda de rodadura se desgastará a un ritmo vertiginoso. Por eso, lo ideal es montar y desmontar los neumáticos de invierno en temporada, y cambiarlos por los convencionales cuando llega el calor.