Con la llegada del invierno, las condiciones de conducción se vuelven más exigentes, especialmente en áreas donde el hielo y la nieve protagonizan las carreteras. En este contexto, los neumáticos de invierno han surgido como una alternativa prometedora a las cómodas cadenas, aunque no siempre pueden sustituirlas legalmente. Veamos qué implica su uso en España y Europa, y qué debes considerar para elegir las mejores opciones.
1Los neumáticos de invierno: ¿Qué son y cómo funcionan?
Los de invierno están diseñados para ofrecer mayor seguridad en condiciones de frío extremo. Su compuesto especial mantiene la elasticidad a bajas temperaturas, y su banda de rodadura incorpora surcos profundos y laminillas que mejoran el agarre en superficies heladas o cubiertas de nieve.
Existen dos tipos principales que debes conocer:
- M+S (Mud and Snow) : Aunque ofrecen un rendimiento superior al de los neumáticos de verano en climas fríos, no siempre son reconocidos como sustitutos legales de las cadenas en España.
- 3PMSF (Three Peak Mountain Snowflake) : Este distintivo garantiza que el neumático cumple con los estándares europeos para condiciones extremas de nieve, excluyendo el uso de cadenas en las carreteras españolas donde estas son obligatorias.
