Nissan ha puesto punto y final a la producción de vehículos en Barcelona después de casi 40 años y de haber fabricado más de 3.345.000 de unidades de 15 modelos diferentes. Era un cierre anunciado, pero no por ello menos doloroso, ya que se esperaba que a estas alturas hubiera un plan para la reindustralización de las plantas de producción, que se sigue negociando, y todavía están en el aire 1.700 empleos (las plantas contaban con 3.000 trabajadores y parte han llegado a un acuerdo o se han prejubilado).
La producción ha cesado con el montaje de la última unidad del pick up Navara en la planta de la Zona Franca. El otro modelo que actualmente se ensamblaba en Barcelona era la furgoneta eléctrica e-NV200 y su producción ya concluyó el pasado 9 de diciembre.
La producción en las plantas españolas se inició en 1983, cuando la marca fabricó su primer vehículo en Europa, el Nissan Patrol, del que se montaron 196.000 unidades hasta 2001.
La fabricación de todoterrenos y pick ups en la planta de Zona Franca continuó en 1993 con el Nissan Terrano II (375.000 unidades hasta de 2005), el Pathfinder y la primera versión del pick up Navara, que se fabricaron hasta 2015, cuando se lanzó el NP300 Navara.
15 modelos diferentes
Nissan ha fabricado en España otros muchos modelos como la Vanette (1985), Serena (1992) o la Vanette Cargo. Despues de su alianza con Renault, en 1999, comenzó en 2002 la producción del Primastar, un comercial ligero del que se ensamblaron más de 732.000 unidades hasta 2014.
Desde 2009 hasta 2019 se fabricó también la furgoneta NV200, y desde 2014, el Nissan Pulsar y la furgoneta eléctrica e-NV200, de la que se han montado 49.000 unidades, que se han exportado a todo el mundo.
Nissan también contaba en Barcelona con una planta de bastidores y suspensiones, en Sant Andreu de la Barca, que ha fabricado 200.000 bastidores y 2,3 millones de suspensiones. Y con una fábrica de estampación, en Montcada i Reixac, que ha producido más de 248 millones de piezas de estampación.
Las tres plantas de Barcelona están pendientes de un acuerdo de reindustralización. Tras la retirada de la negociación del fabricante chino Great Wall Motors (GWM), la apuesta más firme es la creación de un hub de electromovilidad liderado por la empresa catalana QEV. Fuentes del Ministerio de Industria y de la Generalitat ya han adelantdo que cualquiera que sea el plan de viabilidad pasa por la garantía de los puestos de trabajo.