La tercera generación del Nissan Pathfinder (R51) fue un auténtico éxito de ventas en España, donde, de hecho, se estuvo fabricando para toda Europa y otros mercados. Despojada de sus aptitudes todoterreno y convertido en un SUV familiar de más de cinco metros, la cuarta generación del Nissan Pathfinder (R52) no llegó a venderse en Europa, y tampoco el actual modelo (R53), lanzado al mercado norteamericano a mediados de 2021.
Así, el actual Nissan Pathfinder es un SUV de carrocería monocasco autoportante, motor delantero transversal y tracción delantera o total que cuenta con tres filas de asientos.
A pesar de tratarse de un modelo que encaja bien con los gustos del mercado chino, el R53 no había desembarcado en aquel mercado, y ahora Nissan nos ha sorprendido en el salón de Shanghái con un prototipo bautizado como Nissan Pathfinder Concept que parece un nuevo modelo paralelo al del mercado norteamericano. Pero, ¿llegará este Nissan Pathfinder a Europa?
Así es el nuevo Nissan Pathfinder 2024
El Nissan Pathfinder presentado en Shanghái muestra una carrocería inédita, con unos futuristas faros LED unidos por una tira longitudinal, patrón que se replica en los grupos ópticos traseros.
El frontal presenta, además, una amplia parrilla, así como un parachoques delantero de aspecto deportivo, con aperturas para canalizar el aire hacia el exterior de las ruedas delanteras y reducir el flujo turbulento que éstas generan durante la marcha.
La zaga se remata con un marcado spoiler en el techo, mucho más discreto en el caso del Nissan Pathfinder americano. Y también podemos observar la ausencia de limpiaparabrisas trasero (habitual en los prototipos) y el uso de barras de techo de tamaño reducido, que seguramente serán más voluminosas y funcionales en la futura versión de producción.
También nos llama la atención la vista lateral, con una línea de cintura que va ascendiendo hacia la zaga, reduciendo la zona acristalada trasera y dando al vehículo un aspecto claramente más dinámico que el del Pathfinder R53.
Aunque se trata de elementos que casi seguro que no pasan al modelo de producción en serie, nos llama la atención encontrar, en este prototipo, unas llantas de cinco finos brazos sobre cuyos intersticios se superponen seis nervaduras, dándoles un aspecto masivo. Además, en el flanco de sus neumáticos podemos encontrar la leyenda ‘Massive Absorbing’, que parece incitar a su conductor a subirse impunemente por los bordillos al ir a recoger a los niños al colegio, ya que, por cotas, las excursiones todoterreno quedan claramente descartadas.
El interior del Nissan Pathfinder 2024
Pero si el exterior resulta curioso, el interior es mucho más interesante, ya que todo apunta a que revela algunas de las pautas por las que se regirá el diseño de los interiores de los próximos SUVs de Nissan. De entrada, la disposición de los principales elementos permanece invariada, pero su aspecto es mucho más vanguardista.
Así, el cuadro de mandos cuenta con una amplia pantalla digital. Hay, además, otra pantalla central de generosas dimensiones, y nos encanta encontrar mandos específicos para el sistema de climatización, que se ubican en la zona inferior de la consola central.
Los ocupantes de las plazas traseras cuentan con sus propios controles para la climatización de estas plazas, y en general todos los componentes son más modernos que los del Nissan Pathfinder norteamericano, cuyo aspecto general es claramente más conservador.
No hay una fecha prevista para el lanzamiento del vehículo, si bien es poco probable que se produzca antes del otoño. Tampoco sabemos aún si se comercializará fuera del mercado chino, aunque es muy poco probable que acabe llegando a España, al menos si no adopta un sistema de propulsión electrificado y mantiene el fantástico pero poco eficiente motor VQ35DD del Nissan Pathfinder R53.
Se trata de un 3.5 V6 atmosférico de gasolina dotado de inyección directa y distribución variable en fase que rinde 288 CV y que está emparentado con los motores VQ de los Nissan 350Z y 370Z, modelos alcanzaron una notable popularidad en España en aquella época en la que las cifras de emisiones no se habían convertido aún en el verdugo de los automóviles pensados para disfrutar al volante.