Aparcar el coche parece sencillo, pero en la práctica es una de esas maniobras que requieren un alto nivel de atención y cuidado. Al aparcar en línea, en batería o en ángulo, el momento en que apagamos el motor y nos vamos, podríamos haber cometido un error que causa mucho daño: dejar las ruedas giradas. A continuación, te explicamos por qué esto puede convertirse en un dolor de cabeza para ti y para tu bolsillo.
2Evita el desgaste en protecciones de la transmisión, y conserva tus neumáticos y llantas en mejor estado.
Una de las partes que más sufre con las ruedas giradas son los elementos de caucho de la transmisión. Al estar en una posición forzada y asimétrica, las piezas están sometidos a una tensión anormal, aumentando su desgaste y, por lo tanto, la probabilidad de averías. Es un detalle que pocos notan, pero en el mantenimiento del coche, estas piezas juegan un papel crucial en la protección de otros componentes importantes.
Dejar las ruedas rectas al estacionar también ayuda a conservar los neumáticos. Las ruedas giradas generan un punto de presión desigual en el neumático, lo que afecta su integridad con el tiempo. Esto podría no ser visible de inmediato, pero con los kilómetros y la exposición al clima, verás cómo la durabilidad y el rendimiento de las ruedas se ven afectados. Al mantenerlas alineadas, reduce la presión sobre las llantas, evitando golpes y rozaduras que pueden acortar su vida útil y afectar su funcionamiento en la frenada y dirección.