Llegan los días de invierno y con ellos, el drama automovilístico que muchos temen: intentar arrancar el coche y descubrir que no responde. Si has estacionado en la calle durante una noche gélida, la escena puede ser más que familiar. Pero, ¿por qué sucede esto? ¿Qué es lo que hace que nuestro vehículo, habitualmente confiable, nos falla justo cuando más lo necesitamos? La respuesta está en los estragos que el frío puede causar en componentes esenciales del automóvil.
2Motor de arranque: una pieza clave bajo presión
Otro habitual culpable es el motor de arranque, esa pieza esencial encargada de poner todo en marcha. Si al girar la llave oprimir el botón de encendido escuchas un chasquido pero el coche no arranca, las luces y otros sistemas parecen estar bien, probablemente este componente esté fallando.
En los coches con sistema Start & Stop, el motor de arranque sufre aún más desgaste debido a las constantes operaciones de encendido y apagado. Por ello, una revisión periódica puede evitar sorpresas desagradables.