La pandemia en aquel 14 de marzo de 2020 que ya queda atrás cambió muchas cosas en nuestras vidas… pero hay una que te marcó especialmente y que ahora siempre recuerdas. Tanto tiempo sin poner en marcha nuestro coche no es bueno. Un mes, dos y hasta tres meses. El coche no estaba en nuestras prioridades… y lo pagamos, en muchos casos. Esa experiencia hoy sirve de aprendizaje de cara al futuro: mover el coche es necesario.
Olvidarnos del coche es algo que puede perjudicar seriamente a su batería. Mes a mes, el coche sufre un deterioro si no se usa… y la batería es un elemento especialmente sensible que puede ser lo primero que nos falle justo ese día que nos acordemos de nuestro vehículo. Para evitar sorpresas negativas, sigue los consejos que te daremos a continuación en estas líneas.
4¿Cómo sabes si la culpa es de la batería?
Corremos el riesgo de echarle la culpa a la batería sin motivo si el coche no arranca. Para asegurarnos, usa un voltímetro para ver el voltaje de la batería. Con el motor apagado, debería ser superior a 12 voltios. Fíjate si algunos de los elementos eléctricos del coche funcionan con lentitud y échale un ojo poniéndote guantes de goma antes, eso sí. Comprobar que los bornes no estén sulfatados y asegurarte de que no pierda ácido por ninguna parte es clave.
Uno de los síntomas más obvios de que algo va mal es que se enciende un testigo en el cuadro de instrumentos, ya sea de forma permanente o intermitente. Lo habrás visto miles de veces aunque habitualmente no te fijes en él. Tiene la forma de una batería y es de color rojo, aunque es cierto que puede variar según el modelo de coche.