El mundo de la Fórmula 1 no solo es fascinante por la velocidad vertiginosa y la destreza de los pilotos, sino también por la tecnología avanzada que permite a millones de espectadores vivir la emoción de las carreras en primera persona. Una de las piezas clave en esta experiencia inmersiva son las cámaras ‘on board’ que capturan cada ángulo y momento crucial de la competencia.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo funcionan realmente estas cámaras y qué tan compleja es su tecnología? Es realmente impactante poder ver cada ángulo dentro del monoplaza que conducen estos pilotos. Hasta podemos ponernos en el lugar de ellos y sentir que realmente estamos conduciendo su coche en algún Gran Premio, el sueño de cualquier fanático de estas competencias.
¿Cómo funciona el sistema de cámara «on board» de la Fórmula 1?
Cada monoplaza de Fórmula 1 está equipado con nueve cámaras estratégicamente colocadas para ofrecer una cobertura completa de la acción. Esto puede parecer excesivo, pero es precisamente esta cantidad lo que permite a los espectadores disfrutar de una experiencia visual inigualable. Estas cámaras no solo capturan imágenes desde ángulos espectaculares, sino que también deben transmitirlas en tiempo real, una hazaña tecnológica que involucra una serie de procesos complejos y coordinados.
La cámara más icónica y reconocible se encuentra en la estructura en forma de «T» en la parte superior del monoplaza. Desde esta posición privilegiada, ofrece una vista desde arriba, orientada hacia adelante, que es la favorita de los locutores y fanáticos por igual. Además, hay dos cámaras en el morro del coche, orientadas hacia adelante, y una cámara orientada hacia atrás montada en la estructura de impacto trasero. Este enfoque asegura que ningún detalle de lo que sucede en la pista se escape de nuestras pantallas.
Los casos de la Fórmula 1 vienen con cascos también
Pero no solo se trata de cámaras externas. La cámara integrada en el casco del piloto de la Fórmula 1 es quizás la más impresionante de todas. Colocada en el lado derecho de la cabeza del piloto, esta cámara requiere un proceso de instalación meticuloso, que involucra trabajar estrechamente con los fabricantes de cascos para montar la lente y el procesador dentro del casco. Esto permite capturar imágenes que no solo muestran lo que ve el piloto, sino también cómo se mueve y reacciona en tiempo real. Es como estar en la piel del piloto, sintiendo cada curva y aceleración.
La tecnología detrás de estas cámaras es aún más asombrosa cuando se considera que cada una de ellas tiene su propio procesador, capaz de decidir si funciona con la energía del coche o con una batería interna. Esto significa que incluso en caso de un accidente, las mismas pueden seguir grabando durante 15 a 20 minutos adicionales, asegurando que ningún momento quede sin documentar. Un verdadero show para cualquier amante del automovilismo.
