El ministerio del Interior está estudiando una rebaja de la tasa de alcohol permitida para conducir, que pasaría a ser de solo 0,2 gramos por litro de sangre como máximo para todos los conductores. Actualmente, se permiten 0,5 gramos por litro de sangre, y 0,3 para los conductores noveles y los profesionales.
«La sociedad está madura para afrontar el debate en este ámbito». Son las palabras con las que el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, anunciaba en el Fórum Europa, celebrado en Madrid, que su departamento está estudiando «seriamente» la posibilidad de reducir el nivel de alcoholemia al volante a 0,2.
La implantación de la tasa de 0,2 se planteaba hasta el momento para los conductores noveles y profesionales, pero ahora se introduciría a nivel general. En alusión a esta propuesta, el ministro añadió que este mismo verano la Dirección General de Tráfico ya había lanzado su iniciativa de consumo cero con la campaña ‘A la carretera no le importa cuánto has bebido. Solo cero tiene cero consecuencias’, en referencia a que lo más recomendable en no probar ni una gota si después se va a conducir.
La mitad de los fallecidos en siniestros viales habían consumido alcohol
La medida de rebajar la tasa se estudia a propuesta de las asociaciones de víctimas de tráfico y busca reducir el número de accidentes y fallecidos en las carreteras españolas. Se incluiría en el borrador de la reforma del Reglamento General de Conductores, que el Gobierno quiere aprobar en 2025; en concreto en la modificación del artículo 20.
Y es que la accidentalidad está muy ligada al consumo de sustancias como el alcohol y las drogas. «En más de la mitad de los siniestros de tráfico aparecen el alcohol o las drogas como determinante», subrayó el ministro del Interior, para justificar la nueva medida, por lo que se mostró a favor de abordar este debate, que también incluye la creación de unos «cursos voluntarios» que permitirían sumar puntos en el carné, logrando que los conductores tengan una formación continuada y se adecúen a los nuevos tiempos y las nuevas normas.
La relación de alcohol y siniestralidad vial se recoge en la Memoria 2023 de hallazgos toxicológicos en víctimas de accidente de tráfico, elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF). Los datos recogidos en la misma certifican que el alcohol, las drogas y los psicofármacos, aisladamente o en combinación, están presentes en más de la mitad de los fallecimientos en carretera. En concreto, de los 862 conductores fallecidos y sometidos a autopsia y análisis toxicológico el año pasado, el 53,6%, un total de 462, dieron positivo en alguna de estas sustancias.
En concreto, según los datos aportados por el ministro, el alcohol es la segunda causa de siniestros mortales en nuestro país, y está presente en con casi el 30% de los fallecimientos, solo por detrás de las distracciones, que siguen ocupando el primer lugar, con el 31%.
¿Qué límite de alcohol tienen en otros países?
De aprobarse esta medida, España se alienaría con otros países como Suecia, Estonia o Polonia. En el resto de Europa, la mayoría de países tienen la misma tasa máxima de alcohol que la actual en España, 0,5. Aunque, en el caso de los conductores noveles y los profesionales, hay países como Alemania, Italia o Rumanía donde la tasa de alcohol es 0,0.
En otros países, como Eslovaquia, Hungría, República Checa y Rumanía, la tasa de alcohol permitida es cero para todos los conductores mientras que en Lituania, la tasa es de 0,4. En este mismo país, junto con Alemania, Croacia, Eslovenia e Italia, la tasa es cero para los conductores profesionales y noveles.
Tasas de alcohol de las bebidas más habituales
La rapidez con que se bebe, el sexo y el peso o las características del alcohol que se ingiere determinan el grado de alcoholemia posterior, pero a cada persona le afecta de una manera la ingesta.
Según la tabla (arriba) elaborada por la DGT, en la práctica, la nueva medida propuesta por el Ministerio del Interior supondrá que un hombre de unos 70 kilos de peso que se tome un tercio de cerveza dará positivo; en el caso de las mujeres el consumo de cerveza tendría que reducirse a «un corto».
El alcohol puede empezar a detectarse en la sangre a los 5 minutos de haberse ingerido y alcanza su máximo nivel entre los 30 y 90 minutos siguientes. A partir de ese momento, comienza a desaparecer lentamente de la sangre hasta su completa eliminación.
Dependiendo del tipo de bebida también variará la alcoholemia, ya que la absorción del alcohol es más lenta en las fermentadas (como la cerveza o el vino) que en las destiladas (como la ginebra, el ron o el whisky). Además, el alcohol sumado a bebidas gaseosas como la tónica o refrescos de cola o tomada caliente puede favorecer la rapidez de aparición de la alcoholemia.
