Los radares son herramientas esenciales para garantizar la seguridad vial, pero los conductores suelen verlos como una fuente de molestias y sanciones. En Cataluña, el reciente despliegue de dos nuevos radares remolque por parte del Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha generado un impacto considerable. En solo tres días, estos dispositivos han controlado a 65.000 vehículos, imponiendo 10.000 multas, lo que equivale a sancionar a 1 de cada 6,5 conductores. Estas cifras ponen de manifiesto la eficacia y el alcance de los nuevos radares, pero también han desatado un debate sobre su uso y las reacciones que generan.
3La expansión de los radares remolque en Cataluña
El SCT ha confirmado que no se detendrán con estos dos dispositivos iniciales. Próximamente, se pondrán en marcha otros dos radares remolque, alcanzando un total de cuatro. Además, el plan a largo plazo contempla la incorporación de 25 unidades durante el próximo año, lo que consolidará su presencia en las carreteras catalanas.
Este despliegue masivo busca no solo sancionar a los infractores, sino también fomentar un cambio de mentalidad entre los conductores. La posibilidad de que los radares remolque puedan estar en cualquier lugar de la red vial debería alentar a los conductores a respetar las normas de tráfico de manera más constante.