En el umbral del otoño, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lanza una advertencia que resuena en todos los rincones del país: los precios de la gasolina y el diésel están alcanzando niveles que podrían rivalizar con los del codiciado aceite de oliva.
Esta inquietante noticia llega en plena época estival, cuando la demanda de combustible se dispara, y ya hemos sido testigos de diez semanas consecutivas de incrementos en los surtidores.
5Impacto económico y presión en el presupuesto de los conductores
Esta escalada de precios en los combustibles no solo impacta a los conductores individuales, sino que también tiene repercusiones significativas en la economía en general. Los aumentos en los costos de transporte y logística se traducen en precios más altos para los bienes de consumo diario, lo que afecta directamente a los bolsillos de los consumidores. Además, las empresas de transporte enfrentan mayores gastos operativos, lo que puede derivar en un aumento en el costo de los bienes y servicios.