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El Ford Bronco con el que O.J. Simpson se dio a la fuga de la policía

Tras morir ayer a los 76 años, la fecha del 17 de junio de 1994 volvió a reflotar y sigue marcada como un día histórico en Estados Unidos por la fuga de O.J. Simpson en su Ford Bronco por la carretera. Las imágenes se transmitieron en vivo y un partido entero vio la persecución a baja velocidad de uno de los jugadores de la NFL más importantes, quien estaba acusado de asesinato.

Al volante iba Al Cowlings, amigo y excompañero de equipo de O.J., mientras que en la parte trasera se ocultaba él armado y preparado para confrontar en caso de que sea necesario. Las cámaras de los helicópteros retransmitían cada minuto, mostrando la caravana de patrullas que seguía a la Bronco como si fuera una procesión fúnebre a 45 millas por hora.

¿Cómo era la Ford Bronco en la que se fugó O.J. Simpson?

¿Cómo era la Ford Bronco en la que se fugó O.J. Simpson?

La Ford Bronco se convirtió en el símbolo de la caída en desgracia de O.J. Simpson. Esta camioneta emblemática de la época, con su motor V8, su aspecto cuadrado y su espaciosa cabina fue el vehículo que lo acompañó durante varios años. Su interior, diseñado para la comodidad, con asientos de tela o cuero y un sistema de sonido de alta calidad, eran el refugio de un hombre desesperado, al borde del abismo. Su pintura blanca impecable, realizaba un tétrico contraste con el caos que la rodeaba.

Era un vehículo que representaba la libertad americana, pero en ese momento, era todo lo contrario. Se había convertido en una jaula que encerraba a un hombre acorralado por la justicia y sus propios demonios. Los dueños de Ford no podían creer el protagonismo negativo que tenía uno de sus modelos más fuertes en el mercado.

¿Cómo fue la persecución de O.J. Simpson arriba de la Ford Bronco?

La persecución que marcó a fuego la carrera de O.J. Simpson. Mientras la Ford Bronco recorría las autopistas de Los Ángeles durante horas, seguida por un enjambre de periodistas y curiosos, América se detuvo. Las calles se vaciaron, los negocios cerraron, y las familias se reunieron frente al televisor, compartiendo palomitas de maíz y una mezcla de incredulidad, fascinación y horror.

Era como ver una película de acción en tiempo real, solo que esta vez, el protagonista era un personaje de la vida real con un pasado oscuro. El vehículo que transportó al ídolo hasta su mansión se convirtió en un coche icónico para Estados Unidos. Actualmente, se encuentra en un museo y se puede visitar para revivir la historia, sobre todo ahora que falleció O.J. Simpson.