Elon Musk es mundialmente conocido no solo por ser uno de los empresarios más ricos del mundo, sino también por su peculiar relación con la riqueza material. Aunque su fortuna le permitiría adquirir propiedades lujosas en cualquier rincón del planeta, Musk ha mostrado un notable desapego por poseer grandes mansiones o bienes inmuebles. Sin embargo, hay una excepción que le ha colocado en una situación bastante complicada: la mansión que perteneció al legendario actor y cómico Gene Wilder.
1Una compra sentimental en Bel-Air
En 2013, Elon Musk adquirió la mansión de Gene Wilder, una propiedad ubicada en la exclusiva zona del Bel-Air Country Club en Los Ángeles. Esta no era una simple casa, sino una residencia cargada de historia y significado, no solo por su ubicación, sino también por los objetos personales y las piezas decorativas del actor que adornaban sus paredes. Musk compró la propiedad por 6,75 millones de dólares, y más que por el valor del inmueble, lo hizo por el deseo de preservar el legado del famoso cómico.
A pesar de tener en su poder una casa tan emblemática, la idea de poseerla no parecía entusiasmar demasiado a Musk. Con el tiempo, su deseo de desprenderse de la mansión creció, y en 2020 decidió ponerla en venta por 9,5 millones de dólares. Sin embargo, había una condición innegociable: el comprador debía comprometerse a no demoler la casa ni realizar cambios radicales en su decoración, asegurando así que la esencia de Gene Wilder permaneciera intacta.
