Elon Musk es mundialmente conocido no solo por ser uno de los empresarios más ricos del mundo, sino también por su peculiar relación con la riqueza material. Aunque su fortuna le permitiría adquirir propiedades lujosas en cualquier rincón del planeta, Musk ha mostrado un notable desapego por poseer grandes mansiones o bienes inmuebles. Sin embargo, hay una excepción que le ha colocado en una situación bastante complicada: la mansión que perteneció al legendario actor y cómico Gene Wilder.
4Una solución agridulce: la reventa de la mansión
Ante la creciente deuda y las dificultades para mantenerse al día con los pagos, la pareja tomó la decisión de poner la mansión en venta. Sin embargo, esta vez el precio era significativamente más alto que el que habían pagado a Musk: 12,95 millones de dólares. Si lograban vender la propiedad a ese precio, no solo podrían saldar la deuda pendiente con Musk, sino que también obtendrían una ganancia considerable, asegurándose un colchón financiero para el futuro.
A pesar de la complicada situación, la pareja ha mantenido un respeto y agradecimiento hacia Musk por su generosidad y por haberles dado la oportunidad de preservar el legado de Gene Wilder. Aunque la relación entre todas las partes involucradas pasó por momentos tensos, parece que la intención de todos es encontrar una solución que beneficie a cada uno de los implicados.