El verano está aquí y, con él, las temidas olas de calor. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha anunciado que nos enfrentamos a una subida significativa de las temperaturas, y si bien muchos ya tienen experiencia enfrentando el calor con ventiladores y aire acondicionado, no todos consideran el impacto que este clima extremo puede tener en nuestros vehículos. Más allá del malestar que provoca conducir en un coche que ha estado bajo el sol, el calor puede causar daños significativos y prematuros en varias partes del automóvil, llevándonos de manera inesperada al taller.
2Líquidos y refrigeración: Evitando el calentón del motor
Además de la batería, los líquidos del coche, como el refrigerante y el aceite, también están en riesgo. Las altas temperaturas pueden contribuir a su evaporación, lo que puede tener consecuencias devastadoras si no se monitorean de cerca.
El sistema de refrigeración de un vehículo debe funcionar correctamente para evitar que el motor se sobrecaliente, lo que podría resultar en una reparación costosa o incluso en la necesidad de reemplazar el motor por completo. Revisar y rellenar el líquido refrigerante, asegurarse de que no haya fugas y mantener el aceite en niveles óptimos son medidas preventivas fundamentales.