El verano está aquí y, con él, las temidas olas de calor. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha anunciado que nos enfrentamos a una subida significativa de las temperaturas, y si bien muchos ya tienen experiencia enfrentando el calor con ventiladores y aire acondicionado, no todos consideran el impacto que este clima extremo puede tener en nuestros vehículos. Más allá del malestar que provoca conducir en un coche que ha estado bajo el sol, el calor puede causar daños significativos y prematuros en varias partes del automóvil, llevándonos de manera inesperada al taller.
5Cómo proteger tu coche del calor
Afortunadamente, hay varias medidas que podemos tomar para proteger nuestro coche durante las olas de calor:
- Estacionar a la sombra: Siempre que sea posible, estaciona en lugares con sombra o, mejor aún, en un garaje. Si esto no es factible, utiliza fundas protectoras para reducir la exposición directa al sol.
- Usar protectores: Coloca parasoles en las ventanas para mantener el interior del coche más fresco. Además, utiliza fundas para el volante y los asientos para evitar que se calienten excesivamente.
- Mantener el coche en movimiento: No dejes el coche estacionado durante largos períodos. Arráncalo con regularidad para asegurarte de que todos los sistemas estén en funcionamiento óptimo.
- Revisión periódica: Durante el verano, es esencial realizar revisiones más frecuentes para asegurarte de que todos los componentes, especialmente los relacionados con la refrigeración y los frenos, estén en perfecto estado.
- Gestionar la humedad: La combinación de calor y humedad puede ser particularmente dañina para los sistemas eléctricos. Mantén un ojo en posibles problemas relacionados con el alternador, el motor de arranque y otros componentes eléctricos.
- Utilizar el aire acondicionado: Antes de comenzar a conducir, enciende el aire acondicionado para estabilizar la temperatura interior. Abre las puertas y ventanas para ventilar el coche antes de subir.
Las olas de calor no solo afectan a las personas, sino también a nuestros vehículos, que se ven sometidos a condiciones extremas. Tomar precauciones y estar atento a los signos de deterioro puede ahorrar tiempo, dinero y el malestar de una avería inesperada. Como siempre, la prevención es la mejor estrategia para mantener tu coche en buen estado durante los meses más calurosos del año.
