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Opel: las curiosidades que rodean los nombres de sus coches

Elegir el nombre adecuado para un coche no es una tarea sencilla. Será una seña de identidad del vehículo, por lo que debe ser original, no estar registrado, sonar bien en todos los idiomas… A lo largo de la historia, las marcas de automóviles han recurrido a todo tipo de argumentos para bautizar a sus modelos. Y Opel no ha sido ajena a esto, tomando inspiración de fuentes muy diversas, desde palabras en latín hasta nombres de ciudades o grados militares.

Opel Olympia.
Opel Olympia.

Algunas marcas se decantan por la combinaciones de letras y números para bautizar a sus coches, pero Opel decidió hace más de cien años denominar a sus modelos por nombres concretos, denominaciones que impulsaran el atractivo de sus automóviles y dejaran claro su potencial comercial y sus características.

Del Opel ‘rana verde’ al Olympia

A estos argumentos se escapa, sin embargo, el nombre del primer modelo de la marca, el 4 PS de 1921, que fue conocido en toda Alemania como ‘Laubfrosch’ (rana verde) por su tamaño compacto y el color verde que utilizaba la marca en la época.

Opel Kadett.
Opel Kadett.

Una década más tarde, la marca comenzó a dar un nombre comercial a todos sus modelos. El Opel Olympia de 1935 aludía a los Juegos Olímpicos que se celebrarían en Berlín en 1936 y el Opel Kadett (cadete) de ese año 1936 continuaba la tradición de utilizar grados militares o cargos de prestigio para designar a los coches del rayo.

Esta idea de utilizar nombres relacionados con los cargos surgió con el modelo de gran lujo Regent en 1928. Y continuó con el Kadett (cadete), un modelo compacto y económico se le unirían el Kapitan, un automóvil del segmento medio-alto y el Admiral, en el tope de la gama.

Las denominaciones alusivas a cargos militares estuvieron vigentes en la gama de la marca durante años. Entre los ejemplos encontramos la serie KAD que, en 1964, designaba a los Opel Kapitan, Admiral y al Diplomat. Tres años después se sumaría, entre el Kapitan y el Admiral, el Comodore (Comodoro). En 1978, llegaría el Senator, que fue el vehículo oficial de los ministros del Gobierno de España durante las últimas décadas del siglo XX.

Opel Ascona y Manta Motor16
Opel Ascona y Manta.

De los cargos militares a los nombres de ciudades

Con la llegada de los años 70, Opel encontró otras fuentes de inspiración para dar nombre a sus coches. Por ejemplo, con la denominación Ascona trataba de trasladar el lujo de esta ciudad suiza a orillas del Lago Mayor. Por otro lado, el Manta buscaba un paralelismo con el pez para dar una sensación de aerodinámica, prestaciones, elegancia y velocidad.

1989 Opel Calibra Motor16
Opel Calibra.

Años después, con el Corsa de 1982, cuya producción se estrenó en la planta de Zaragoza, se dejaron de nuevo a un lado las denominaciones alemanas para buscar un nombre con raíces mediterráneas que, además, hiciera destacar la faceta más deportiva de este compacto urbano: Corsa, carrera, en italiano.

1987 Opel Corsa GT 508477.jpg Motor16
Opel Corsa GT.

A lo largo de la historia, la marca también ha recurrido a términos latinos como el nombre del Vectra o el Astra (estrellas), que toma la denominación de la versión británica del Kadett, el Vauxhall Astra, en 1991 o el Agila de 2000, que proviene de “agilis” (ágil). También proceden de las lenguas romances la denominación del Insignia, una berlina del segmento D que se proclamaba como el buque insignia de la firma alemana.

2023 Opel Mokka E LCV 1 Motor16
Opel Mokka.

A principios del siglo XXI, la marca comenzó su apuesta por la electrificación y los nombres de sus coches hacen alusión a esta faceta. El Ampera, y su sucesor, el Ampera-e, son un homenaje al científico francés André‑Marie Ampère y al amperio, la unidad que mide la intensidad eléctrica.

En los últimos años, la firma ha apostado por los SUV y por nombres más exóticos, como el Mokka (un tipo de café), o aventureros, como el Frontera, Crossland y Grandland.