La «Operación Salida» de verano en España es un evento anual que, para muchos, simboliza el inicio de las tan esperadas vacaciones. Sin embargo, detrás de la ilusión de disfrutar del descanso estival, este periodo también es conocido por el considerable aumento en el volumen de tráfico en las carreteras. Con más de 94 millones de desplazamientos previstos en los meses de julio y agosto de 2024, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), la seguridad vial se convierte en una preocupación prioritaria para las autoridades, los conductores y, cada vez más, para la industria automotriz.
Este verano, en particular, marca un hito significativo: la obligatoriedad de hasta diez sistemas ADAS (Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción) en todos los vehículos de nueva matriculación. Estos sistemas, que van desde el frenado automático de emergencia hasta el mantenimiento de carril, no solo son el último grito en tecnología automotriz, sino también verdaderos guardianes invisibles que pueden marcar la diferencia entre un viaje seguro y una tragedia.
2Un verano con más tecnología, pero también con más riesgo
A pesar de estos avances, la Operación Salida de este año ya ha dejado cifras preocupantes. En la primera fase, comprendida entre el 28 de junio y el 1 de julio, se registraron 21 fallecidos en las carreteras españolas, un 47% más que en el mismo periodo del año anterior. Este aumento en las cifras de siniestralidad subraya la necesidad urgente de una mayor concienciación y educación en torno a estos nuevos sistemas de seguridad.
La lenta renovación del parque automovilístico en España es un factor que agrava esta situación. Según Ricardo Olalla, vicepresidente de Ventas Mobility Solutions de Bosch España, «Aunque debido a la antigüedad y la lenta renovación del parque automovilístico español tardaremos en tener un parque vehicular que equipe mayoritariamente los sistemas ADAS obligatorios, esperamos que ya, a partir de este mismo verano, estos sistemas se conviertan en una herramienta clave para mejorar la seguridad vial y reducir el número de accidentes y víctimas en carretera«. La esperanza es que, con el tiempo, estos sistemas sean tan comunes como el cinturón de seguridad o los airbags, y que su uso generalizado contribuya a alcanzar el objetivo de cero accidentes y víctimas en las carreteras.