El motor es la parte más importante del coche y también la parte más cara y difícil de arreglar. Por eso no hay que escatimar miramientos a la hora de cuidarlo. Debemos cambiar periódicamente todos los líquidos que lo mantienen en orden, como el anticongelante y el aceite; y también las correas y demás componentes que intervienen en su funcionamiento.
El líquido anticongelante es fundamental para que el motor no se queme y, como su propio nombre indica, para que no se congele a muy bajas temperaturas. Por eso, el otoño es una buena fecha para renovar este líquido y asegurarnos de que el vehículo está listo para afrontar el frío invierno.
4¿Cómo renovar el anticongelante?
Cambiar el líquido refrigerante en el taller suele ronda los 50€. Si tienes conocimientos de mecánica y prefieres hacerlo tu mismo sigue estos pasos:
- El coche tienes que estar apagado y con el motor frío.
- Quita el tapón del vaso de expansión (el recipiente donde está el anticongelante).
- Busca el tornillo o tapón que tiene el circuito refrigerante en la parte baja del coche. Si no lo tiene basta con extraer el manguito situado debajo del radiador.
- Coloca un recipiente para recoger el líquido antiguo.
- Una vez que esté vacío es recomendable introducir agua desde el vaso expansión para limpiar el circuito, hasta que el agua salga limpia.
- Cerramos el circuito por donde lo abrimos, y ya podemos echar el anticongelante nuevo desde el vaso de expansión. Mejor a un ritmo constante para que no entre aire en el circuito.
- Cerrar el tapón y comprobar que el cambio ha ido bien y que el motor no se sobrecalienta.