Los radares de tráfico, ampliamente conocidos por su papel en el control de velocidad en carreteras, son mucho más que simples guardianes de límites. A través de la Dirección General de Tráfico (DGT), estos dispositivos no solo monitorean la velocidad, sino que también han sido dotados con la capacidad de detectar y sancionar una variedad de infracciones, desde irregularidades en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) hasta la falta de seguro obligatorio.
En este artículo, exploraremos cómo los radares de la DGT han evolucionado para asumir un papel más amplio en la aplicación de la ley y la seguridad vial.
3Multa y sanción: Consecuencias de no cumplir con la ITV y el seguro
Las infracciones relacionadas con la ITV y el seguro no son tomadas a la ligera por las autoridades de tráfico. Circular sin una ITV en regla puede resultar en una multa de hasta 200 euros, un recordatorio contundente de la importancia de mantener los vehículos en condiciones técnicas adecuadas.
Por otro lado, la ausencia de seguro es considerada una infracción más grave. Las sanciones pueden variar desde 601 hasta 3.005 euros, dependiendo de si el vehículo está en movimiento o detenido. Además de las multas, existe la posibilidad de inmovilizar el vehículo, lo que puede ser un gran inconveniente para los conductores.