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miércoles, 27 noviembre 2024

El otro motivo por el que el Gobierno quiere que reduzcas la velocidad a 100 km/h

La recomendación de reducir la velocidad genérica para circular en autovías no solo sería una medida eficaz para rebajar las emisiones contaminantes, tal como plantea el Gobierno, también lo es en el ámbito de la siniestralidad viaria. De hecho, la DGT acaba de hacer balance de la implantación –hace ahora un año– de la reducción de la velocidad a 30 km/h en ciudad en calles de un único carril y la conclusión es categórica: se han salvado vidas.

Según los datos de la DGT, en los ocho meses transcurridos en 2021 desde que se implantó la medida de reducción de velocidad, la siniestralidad vial en las ciudades ha descendido un 14 %, lo que supone 38 fallecidos menos.

Aunque las distracciones son la primera causa de muerte por accidentes de tráfico (están presentes en aproximadamente el 30% de los siniestros graves), la DGT tiene claro que la velocidad excesiva o inadecuada es uno de los factores de riesgo que más influyen en la accidentalidad y está presente en uno de cada cinco accidentes de tráfico con víctimas.

Decálogo de la Agencia Internacional de la Energía para reducir el consumo de petróleo.
Decálogo de la Agencia Internacional de la Energía para reducir el consumo de petróleo.

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La velocidad: cambios en las leyes

La reducción de la siniestralidad también está en la base de la medida aprobada en la reciente Ley de Tráfico y Seguridad Vial que no permite a los conductores superar en 20 km/h la velocidad máxima para adelantar a otros vehículos.

Fue una de las novedades más controvertidas de la nueva Ley y, según la DGT, se justifica por el hecho de que dos de cada tres siniestros mortales se producen en carreteras convencionales y el adelantamiento se considera una maniobra arriesgada. Además, esta excepción no existía en ningún país de nuestro entorno.

De igual manera, reducir los accidentes fue el argumento utilizado en enero de 2019, cuando entró en vigor la rebaja a 90 km/h del límite de velocidad en carreteras convencionales, un cambio que afectó a casi 12.000 kilómetros de vías. La modificación supuso la desaparición de los diferentes límites de velocidad genéricos establecidos de 90 km/h y 100 km/h para turismos y motocicletas en función de si la vía disponía o no de arcén, una norma que databa de los años 80.