En un esfuerzo por mejorar la seguridad vial y reducir el caos en sus carreteras, Vietnam implementó una medida que está generando tanto admiración como controversia: ofrecer recompensas económicas a ciudadanos y organizaciones que denuncien a conductores infractores con pruebas contundentes. Esta iniciativa, que entró en vigor este mes, promete hasta 5 millones de dongs (equivalentes a 200 dólares) por información que lleve a la imposición de multas. Este esquema tiene como objetivo convertir a los ciudadanos en una especie de extensión del cuerpo de agentes de tráfico, quienes a menudo no pueden estar presentes en todas partes al mismo tiempo.
El programa establece que el monto de la recompensa equivale al 10% de la multa impuesta al infractor, lo que significa que la mayoría de las recompensas serán menores, pero aún así representan un incentivo significativo. Según el Gobierno vietnamita, los fondos recaudados a través de estas multas y el 30% del dinero obtenido mediante la subasta de matrículas se utilizarán para mejorar la seguridad vial. Estas mejoras incluyen la adquisición de vehículos y equipos, el desarrollo de sistemas de información, el mantenimiento de bases de datos de tráfico, la investigación de accidentes y el pago a agentes que trabajan en horarios nocturnos.
Las otras medidas que tomó Vietnam contra los conductores irresponsables
Además de este sistema de recompensas, Vietnam ha adoptado otras medidas estrictas para combatir el comportamiento de conductores irresponsables en las carreteras. Entre ellas se encuentra la instalación de cámaras de vigilancia y el aumento drástico de las multas por diversas infracciones. Por ejemplo, saltarse un semáforo en rojo, que antes se sancionaba con entre 4 y 6 millones de dongs, ahora puede costar entre 18 y 20 millones de dongs (aproximadamente 160 a 790 dólares). Incluso las infracciones consideradas menores, como obstruir inspecciones de tráfico o no asegurar correctamente una carga, tienen sanciones 30 veces más altas que antes.
El Gobierno también ha introducido una aplicación móvil llamada VNeTraffic, que permite a los ciudadanos reportar infracciones directamente a las autoridades. La misma aplicación también notifica a los conductores cuando han sido multados, marcando un avance en la digitalización de la gestión del tráfico. Este tipo de tecnología no solo facilita el control, sino que también podría inspirar a otros países a adoptar estrategias similares para enfrentar sus propios desafíos viales.
La seguridad vial, un tema de debate y opiniones divididas en la sociedad
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de críticas. Algunos conductores han manifestado su incomodidad con la idea de que se premie la denuncia, argumentando que esto podría fomentar un ambiente de desconfianza o abuso. Además, historias como la de un supuesto hombre que ganó 1.970 dólares en un solo día denunciando infracciones han sido desmentidas, lo que subraya la necesidad de una comunicación clara sobre los alcances reales del programa.Pese a las opiniones divididas, las autoridades vietnamitas consideran que estas medidas drásticas son necesarias. Las carreteras del país enfrentan problemas graves, desde conductores que exceden los límites de velocidad hasta quienes manejan en sentido contrario o realizan maniobras peligrosas como dar marcha atrás en autopistas.
Aunque el programa pueda parecer extremo para algunos, refleja la urgencia con la que Vietnam busca abordar su crisis de seguridad vial. La colaboración ciudadana, incentivada por recompensas, podría ser una pieza clave para transformar el paisaje de tráfico en el país. Al final, esta estrategia también plantea una pregunta relevante para otras naciones: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a involucrar a los ciudadanos en la lucha por carreteras más seguras?