La decisión parece imparable y el destino, irrevocable. Hace apenas unas semanas conocimos de manera oficial que la Unión Europea cesará las ventas de coches y furgonetas con motor de combustión en el año 2035. Esa fecha dependerá también de cada país y su legislación particular, pero todo parece indicar que los países se alinearán con lo que defienden el Parlamento y la Comisión Europea, quienes tendrán que negociar la normativa definitiva.
En nuestro caso, la ley de Cambio Climático de España situaba hasta ahora esta fecha en el 2040, lo que hace tener una idea más clara del adelanto que supondría esta decisión motivada por las elevadas emisiones del sector del transporte. Representan, según estudios, más de una cuarta parte del total de los gases invernadero. Demasiado para quedarse de brazos cruzados.