Hace solo unos días, un inmaculado Porsche Panamera aparecía en la calle Alfonso XIII de Madrid precintado por una orden de la Agencia Tributaria. Eso nos ha dado pie a interesarnos por los diferentes motivos por los que un organismo oficial del Estado puede llegar a precintar, e incluso a llegar a embargar un bien propio como en este caso puede ser un coche. Y es que los motivos pueden ir mucho más allá que los que tiene la propia Agencia Tributaria.
4Consecuencias de un vehículo embargado o precintado
Es importante destacar que un vehículo embargado puede seguir funcionando con normalidad en las actividades diarias, como circular y estar asegurado. También puede venderse o transferirse, pero se requiere un documento que informe claramente al comprador sobre la situación del vehículo. La administración que reclama la deuda recibirá información sobre el nuevo propietario a través de la Dirección General de Tráfico (DGT) o un justificante de la cancelación de la deuda.
En contraste, un vehículo precintado queda fuera de la disposición del propietario y no puede utilizarse ni venderse ni transferirse. Si el propietario intenta usarlo en contra de la orden del juzgado, la policía puede inmovilizarlo utilizando un cepo o llevándolo al depósito municipal. Sin embargo, el propietario aún tiene el derecho de vender el vehículo bajo condiciones específicas.