Entrar a un parking puede ser un acto de fe. Mientras introduces el ticket en la máquina, un ligero escalofrío recorre tu espalda: ¿habrá valido la pena dejar el coche ahí? Y aunque las tarifas suelen ser un dolor de cabeza, lo que le ocurrió a un jubilado francés en un aparcamiento hospitalario podría considerarse una broma de mal gusto, o mejor dicho, el susto del siglo.
1La factura del terror: 17.571 euros
La historia que te contamos tiene como protagonista a Jean-Louis, un jubilado de la Costa Azul que solo quería asistir a su chequeo cardiológico en el Polyclinique des Fleurs d’Ollioules, en Var, Francia. Jean-Louis dejó su coche en el aparcamiento del centro médico, convencido de que solo serían un par de horas. Sin embargo, cuando regresó y consultó la máquina automática del parking, se topó con una cifra desorbitada: 17.571,50 euros.
Imagínate el susto. Con una cifra como esa, la hora de aparcamiento habría costado unos 8.785 euros. Por fortuna, Jean-Louis no introdujo su tarjeta en la máquina. En lugar de eso, llamó a un empleado del parking, quien confirmó que se trataba de un error en el sistema. Para compensar el susto, le levantaron la barrera sin cobrarle nada.
Aunque el problema se resolvió rápidamente, el caso pone de manifiesto cómo los errores tecnológicos pueden generar situaciones absurdas, especialmente en un sector donde las quejas por los altos precios están a la orden del día.
