Seguro que más de una vez has pasado por esto. Angustia, miedo, estrés… El piloto de la reserva de gasolina se enciende y te indica que tienes que repostar cuanto antes. Desde este momento tienes entre 45 y 60 km para encontrar una gasolinera. Es, en principio, la distancia que te permite recorrer la reserva, aunque debes tener en cuenta que puede variar en función del tamaño y del estado del depósito. Pero también de otros factores externos como el tipo de conducción, la densidad del tráfico, o si llevamos el maletero cargado o no, por ejemplo.
Si eres de los que apuran hasta el final y exprimen hasta la última gota dándole emoción a su vida, te recomendamos que no lo hagas. Lo mejor es repostar antes de que llegue a iluminarse el piloto, o en la primera gasolinera después de que se haya encendido. ¿Por qué? Porque circular con el depósito en reserva puede ser muy perjudicial para el motor del coche. De modo que para evitar males mayores que nos obliguen a pagar una cara reparación, lo mejor es mantener el tanque bien cargado. A continuación podrás ver todos los motivos que no te animarán, precisamente, a ir por la vida en la reserva.
3Ir en la reserva puede obstruir los inyectores
Por aclarar conceptos… Sí, el combustible cuenta con un filtro que ayuda, pero la impureza de la parafina puede pasar. Si la suciedad llega a estos orificios, se pueden obstruir hasta griparse. Si esto llega a producirse, el circuito perderá presión y, por tanto, también se perderá presión en la inyección causando una pulverización mucho peor del combustible y provocando, en última instancia también, un mayor consumo.