Apuntas la fecha en rojo en el calendario, te pones una alarma en el móvil, cuentas los días, sufres las horas previas… No, no vas a pasar un examen de fin de curso, aunque en realidad sí puede considerarse como un examen, el de tu coche. Pasar la ITV es uno de los trámites más comunes y temidos entre los conductores españoles, pero no queda otra, cuando toca hay que remangarse y afrontar el trago.
Aunque las estaciones ya están operando prácticamente con absoluta normalidad tras las prórrogas del estado de alarma, todavía sentimos algunas consecuencias del COVID-19 en la inspección, como el hecho de deber acudir con cita previa, algo que nos han traído estos nuevos tiempos de cambios en el día a día.
3Tu miedo está justificado: antes sí perdías los días
Hasta hace cuatro años la norma actual era diferente, lo que justifica totalmente las dudas generalizadas. Aún existen muchos conductores que apuran el plazo hasta el último día precisamente porque tienen esa sensación grabada en el subconsciente.
Antes del año 2017, si acudías el 1 de mayo caducando el día 24 significaba que habías desaprovechado 23 días, algo que ya no sucede con la actual normativa que tiene mucho más sentido que la que antes padecíamos, desde luego.