Es un hecho. La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite imprescindible para garantizar la seguridad en las carreteras españolas. Nos guste o no. Su principal función es asegurar que los coches que circulan por las vías públicas cumplen con los requisitos técnicos y normativos establecidos, evitando posibles fallos mecánicos que puedan poner en peligro a los conductores y peatones. Sin embargo, a pesar de ser un proceso relativamente rápido, muchos propietarios de vehículos no siempre disponen del tiempo o la disposición para llevar personalmente su coche a la inspección. ¿La solución? Cualquier persona puede encargarse de este trámite, aunque no sea el titular del vehículo.
5¿Qué sucede si el coche no pasa la ITV?
En caso de que el vehículo no supere la ITV, la estación de inspección emitirá un informe detallado de los problemas detectados. Dependiendo de la gravedad de los fallos, se clasifican en leves o graves. Los fallos leves no impiden que el coche siga circulando, aunque es recomendable solucionarlos cuanto antes. Por otro lado, si los fallos son graves, el coche no podrá circular hasta que se hayan corregido y el vehículo haya pasado una nueva inspección.