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¿A que sabe el volante de tu coche? El principal motivo para no pasar la lengua por el

A primera vista, puede parecer un gesto absurdo e innecesario anunciar a alguien que no pasa la lengua por el volante de su coche. Después de todo, ¿quién lo haría? Sin embargo, este provocador titular destaca una realidad que muchos desconocen. Y aunque probablemente no vayas a lamer el volante, es casi seguro que lo tocas todos los días, a menudo sin pensar en lo que podrías estar transfiriendo a tus manos, rostro y, por ende, a tu salud.

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Un caldo de cultivo en tu coche

Motor16

Mientras que la mayoría de los conductores se preocupan por la apariencia externa de sus vehículos, invirtiendo tiempo y dinero en mantener la carrocería impecable y brillante, el interior del coche, especialmente el volante, a menudo queda relegado a un segundo plano. Esta negligencia puede tener consecuencias mucho más allá de lo estético. De hecho, los estudios han demostrado que el volante de un coche puede albergar hasta 17 veces más bacterias que el asiento de un inodoro.

El volante es una de las superficies más tocadas dentro del coche, lo que lo convierte en un auténtico imán para todo tipo de microorganismos. El sudor, la grasa natural de la piel, el polvo y la suciedad que recogemos en nuestras manos a lo largo del día se transfieren al volante cada vez que lo tocamos. Además, la combinación de humedad, ya sea por el clima o por la transpiración de nuestras manos, crea un entorno perfecto para la proliferación de bacterias. Y si a esto le añadimos el hábito de comer o beber en el coche, estamos proporcionando a estos microorganismos una verdadera fiesta de nutrientes.

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