Los patinetes eléctricos se han convertido en uno de los medios de transporte más populares en las ciudades españolas. Su facilidad de uso, su bajo coste y su impacto ambiental los han hecho muy atractivos para muchos ciudadanos que buscan alternativas al coche o al transporte público.
Sin embargo, también han generado controversia y conflictos por su regulación, su seguridad y su convivencia con otros usuarios de la vía pública.
3Antecedentes de las medidas
La Comunidad de Madrid fue la primera en adoptar esta medida en noviembre de 2023, prohibiendo que se introdujeran patinetes eléctricos o monociclos en metros, autobuses urbanos e interurbanos y los cinco intercambiadores. Los usuarios que no cumplieran con esta restricción podían ser expulsados o multados. La medida se justificó por razones de seguridad, ya que se habían producido varios incidentes con patinetes eléctricos en las instalaciones de transporte público, como caídas, golpes o bloqueos de puertas.
Otras comunidades autónomas siguieron el ejemplo de Madrid y también prohibieron el acceso de los patinetes eléctricos al transporte público. Cataluña fue una de ellas, y desde el 1 de febrero de 2024, los patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal no están permitidos en las instalaciones de transporte público dentro de la zona de barreras tarifarias, es decir, la prohibición se extiende a todas las instalaciones como vestíbulos y andenes a partir del lugar donde hay los torniquetes de entrada.