Los patinetes eléctricos, que llegaron a nuestras calles a finales de la pasada década, han ido modificando el paisaje urbano y cada año el número de usuarios de estos vehículos crece sin parar.
La proliferación de este vehículo en el entorno urbano ha derivado en un mayor celo por parte de las autoridades y, lógicamente, en el incremento de la tasa de accidentes en los que se ven envueltos los patinetes eléctricos.
Los datos de siniestralidad que arrojan las distintas valoraciones de años anteriores invitan a prever los posibles cambios que sobre este tipo de movilidad podemos sufrir, no en vano cada 27 horas ocurre un accidente de patinete eléctrico en España.
5Algunas conclusiones
Sin embargo hay dos aspectos a tener en cuenta y que no dejan de causar controversia o polémica. Uno es que son los municipios y los ayuntamientos los que regulan mediante sus ordenanzas, las normas para la movilidad urbana de todos los vehículos, incluidos los VMP, y siempre en el marco legal general de rango superior. Esto aunque provoca diferencias entre ayuntamientos y localidades, no es lo mas significativo, ya que con la reforma del REGC se aúnan criterios.
Lo destacable es la problemática ante la siniestralidad, debido al aumento de la presencia de los patinetes y las responsabilidades derivadas de estos, ya que no necesitan seguro de daños para circular.Desde la DGT se aconseja que sea obligado la contratación de un seguro de responsabilidad civil, ya que al no tener esta cobertura tanto el usuario como el afectado en caso de accidente, no goza de las protecciones que estas pólizas facilitan en seguridad jurídica y económica, y que por otra parte suponen ya un aumento de expedientes judiciales y administrativos, que de alguna forma se eliminarían con el seguro obligatorio.