Desde su irrupción en el paisaje urbano español, los patinetes eléctricos han representado una revolución en la movilidad, ofreciendo una alternativa ágil y sostenible para desplazarse por las ciudades. Sin embargo, esta innovación ha generado desafíos regulatorios que las autoridades están abordando con determinación.
La Dirección General de Tráfico (DGT) tomó cartas en el asunto al implementar una normativa específica para los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), que entró en vigor el pasado 22 de enero. Entre las disposiciones clave se encuentra la limitación de la velocidad máxima de los patinetes eléctricos a 25 km/h, una medida destinada a garantizar la seguridad tanto de los usuarios como de los peatones.
5El rodillo de la Policía de Castellón
Una herramienta clave en la detección de irregularidades en los patinetes eléctricos es un dispositivo desarrollado por la Policía Local de Castellón. Este instrumento permite a los agentes identificar si un patinete ha sido manipulado para superar la velocidad máxima permitida. Su funcionamiento simple, basado en un rodillo que analiza la velocidad de la rueda motriz, proporciona una herramienta efectiva para hacer cumplir las regulaciones de tráfico.
La regulación de los patinetes eléctricos en España está en constante evolución, con el objetivo de conciliar la innovación en movilidad con la seguridad vial y el ordenamiento urbano. La aplicación rigurosa de estas normativas, junto con medidas proactivas de prevención, son fundamentales para garantizar una convivencia armoniosa y segura en las ciudades del país.