El patinete eléctrico es la nueva estrella para moverse por ciudad. Se ha convertido en el medio de transporte urbano que más ha crecido en los últimos años. Aunque contó con muy mala fama mediática en sus inicios, porque se consideraba un “juguete” peligroso para los peatones, su versatilidad y funcionalidad lo han convertido en la alternativa de transporte favorita para muchos urbanitas.
Su éxito no es infundado, el patinete supone un medio de transporte más rápido, barato y económico. Muchas personas optan por utilizar esta herramienta para ir a su trabajo, lo que no solo les permite ahorrarse dinero, sino también quebraderos de cabeza a la hora de aparcar. De hecho, su reducido espacio le está haciendo rivalizar incluso con las bicicletas, y en los carriles bici empiezan a predominar estos medios eléctricos. La DGT no da la espalda al auge de esta forma de transporte y vigilará con más detenimiento el uso del patinete eléctrico.
5Muchos conductores de patinetes incumplen las normas
Los patinetes deben seguir en líneas generales las mismas normas de circulación que una bicicleta. También deben cumplir con las normas básicas de tráfico, como respetar las señalización (pasos de peatones, semáforos, cedas…). Los conductores de patinetes son usuarios de la vía con los mismos derechos, pero también con las mismas obligaciones.
Esto implica no sólo respetar la señalización, sino las normas básicas como la tasa de alcoholemia o no utilizar dispositivos móviles mientras estamos conduciendo un patinete eléctrico.