La movilidad urbana ha experimentado una revolución en los últimos años con la aparición de los patinetes eléctricos y otros Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Y la DGT es consciente de ello. En España, estos dispositivos se han convertido en una opción popular para desplazarse por la ciudad, especialmente en momentos de congestión de tráfico.
Sin embargo, a medida que el número de patinetes eléctricos en las calles ha aumentado, también han surgido preocupaciones relacionadas con la seguridad y la regulación. En este artículo, examinaremos la situación actual de los patinetes eléctricos y otros VMP en España, así como las dudas y desafíos que enfrentan.
2La regulación de los VMP
La proliferación de patinetes eléctricos y otros VMP ha llevado a un debate sobre su regulación en España. Inicialmente, la coexistencia de estos dispositivos con peatones y vehículos en la vía pública planteó ciertos desafíos de seguridad. La Dirección General de Tráfico (DGT) tardó en establecer reglas específicas para el uso de los VMP y en requerir que circularan exclusivamente por la calzada, compartiendo espacio con otros vehículos.
Además, la DGT introdujo restricciones en la definición de los VMP, excluyendo específicamente a cualquier patinete eléctrico que pudiera superar los 25 kilómetros por hora. La regulación también incluyó la posibilidad de someter a los conductores de VMP a controles de alcohol y drogas, después de que se produjeran accidentes y situaciones peligrosas.
Además, se advirtió a los usuarios de VMP que el uso de auriculares y dispositivos móviles mientras circulaban en estos vehículos sería motivo de sanción. En resumen, la DGT implementó una serie de regulaciones destinadas a abordar los problemas de seguridad y comportamiento que surgieron con la proliferación de los VMP.
