Cada vez que te mueves por una autopista de pago, no solo te estás desplazando esencialmente de un lugar a otro, sino que también estás recorriendo un trayecto que puede tener un impacto económico considerable en tu bolsillo. A primera vista, el costo de los peajes puede parecer una pequeña suma diaria, pero cuando los números se acumulan a lo largo del año, pueden llegar a cifras asombrosas. Esto es algo que los conductores australianos saben muy bien, ya que, en algunas partes del país, pueden llegar a gastar hasta 6.000 euros anuales en pesos.
1El contexto global
En Australia, los peajes forman una parte integral del sistema vial. Las principales ciudades, como Sídney y Melbourne, cuentan con redes de autopistas de peaje que facilitan el transporte a través de las metrópolis, pero a un costo elevado. El informe reciente de E-Toll, un proveedor de servicios de pago electrónico, revela que los conductores australianos gastan, en promedio, unos 10.000 dólares australianos al año en peajes, lo que se traduce en aproximadamente 6.000 euros.
Este gasto se concentra principalmente en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney. La red de carreteras en esta región está especialmente saturada de peajes, lo que se traduce en un desembolso anual aproximado de 1,5 mil millones de euros por parte de los automovilistas. En un contexto global, los conductores australianos no están solos en esta situación; en otras partes del mundo, también son un gasto importante. En Pensilvania, Estados Unidos, se encuentra la autopista de peaje más cara del mundo, la Pennsylvania Turnpike, donde un solo trayecto puede costar hasta 168 euros.
