Seguro que más de una vez has soltado un suspiro de frustración al ver un peaje acercarse en el horizonte. ¿Otro gasto más en la carretera? En el fondo, quizá no tienes tanto motivo para quejarte. Comparado con otros países del sur de Europa, España no solo ofrece tarifas más bajas, sino también un futuro prometedor en la tecnología de peajes. La próxima vez que pases por uno, podrías incluso hasta sonreír. ¿Por qué? Te lo contamos en este artículo.
2La tecnología que está cambiando el juego
La evolución tecnológica está revolucionando la forma en que pagamos los peajes. Aunque en España el sistema Vía-T ya cuenta con una penetración superior al 50%, aún hay conductores que deben detenerse para pagar. Un pequeño inconveniente que contrasta con el sistema ‘free flow’ de Portugal, donde no existen barreras físicas y el tráfico fluye sin interrupciones.
Pero no todo está perdido. España está en camino de adoptar esta tecnología de peaje electrónico sin barreras, lo que no solo reducirá los tiempos de viaje, sino que también disminuirá las emisiones de CO2. Con dispositivos como el Vía-T y sistemas de reconocimiento de matrículas OCR, el futuro de las autopistas españolas promete ser mucho más eficiente y sostenible.
